Reumatólogo presenta manual del dolor
Pedro Ming Azevedo expone un cuadro detallado de los síndromes dolorosos persistentes, con énfasis en la fibromialgia
Todos sentimos dolor, de vez en cuando. Una noche mal dormida y despertamos con un torcicolo que nos incomodará por días. Un período más tenso en el trabajo y aquel viejo dolor de cabeza pasa de eventual a diario. “Cuando esos dolores insisten en acompañarnos por más de tres meses corridos, se define un ‘síndrome doloroso persistente’. Y, cuando no hay un factor físico específico detrás de ella, se define un síndrome doloroso “funcional”, explica el médico reumatólogo Pedro Ming Azevedo, autor de La ciencia del dolor: sobre fibromialgia y otros síndromes dolorosos, lanzamiento de la Editora Unesp.
Según el médico, la gran mayoría de nosotros se encaja en esos diagnósticos en algunos periodos críticos de la vida. El nacimiento de un hijo, o inestabilidades en el empleo, o en la familia, son clásicos eventos desencadenantes, lo que ya nos ayuda a esbozar una comprensión mayor sobre lo que se está hablando: el dolor puede ser visto como un producto “natural” de una ” sobrecarga “, creada por la necesidad de adaptarse a las exigencias de la vida. “Sin embargo”, explica Azevedo, “al menos el 10% de la población presenta dolor funcional que persiste después del fin de esos períodos de mayor estrés, que vienen independientemente de ellos, o que son desencadenados por eventos triviales del día a día. A los dolores son generalizados, y no localizados, se da el nombre de fibromialgia.
No hay nada de “imaginario” en la fibromialgia, afirma Azevedo. El dolor es intenso y no raramente puede ser incompatible con una vida normal. Las fronteras mal definidas de ese diagnóstico, la ausencia de marcadores específicos para la condición y la ignorancia sobre su origen y mecanismos, a menudo imprimen una rutina de descrédito y preconceptos contra esos individuos. Otra dificultad es el tratamiento: está claro que las píldoras ayudan al máximo a corto-mediano plazo. Termindos los efectos beneficiosos de las píldoras, los pacientes enfrentan los mismos dolores, la impaciencia de los parientes, y, a menudo, el desdén de los médicos. “La fibromialgia es una condición compleja, causada por una combinación diferente de factores en cada paciente”, explica el médico. “Para tratarla, es fundamental reflexionar sobre esos factores, pilares que nos sostienen, y sobre cómo funcionamos. Así nació este libro.
La ciencia del dolor, como indica el título del libro, utiliza la ciencia como base, sigue un poco más adelante con la lógica y, finalmente, llena los espacios vacíos con ideas y conceptos sedimentados a lo largo de nuestra historia”, anota Azevedo, que recorre un camino que pasa por la neuroanatomía, neurofisiología, genética, epidemiología, psicología, biología y sociología. “Siempre que existan evidencias científicas, por supuesto, éstas serán debidamente ostentadas. “Imagino, incluso, ser más probable que el lector se incomode con el exceso de ellas, y no lo contrario.” El autor también se utiliza de la larga experiencia de consultorio y de su formación en terapia cognitivo-conductual.
En la primera parte, dedicada a la fisiopatología, Azevedo explica la historia de los síndromes de sensibilidad: “un conjunto de condiciones en las que el cerebro está demasiado atento, y reacciona demasiado a los peligros y estímulos negativos, como es lo que sucede en la fibromialgia y en otros síndromes dolorosas persistentes. Entonces prosigue detallando cómo se hacen estos diagnósticos, la historia que los envuelve, los intentos de crear subgrupos en la fibromialgia (y cómo pueden ayudarnos a entenderla), y se profundiza en las bases genéticas, neurológicas y psicosociales detrás de esas condiciones . En la segunda parte, revisa las evidencias que sostienen o refutan los tratamientos clásicos contra los síndromes dolorosos funcionales y sugiere vías por las cuales los pacientes y los profesionales de la salud pueden eludir las dificultades que impiden los cambios sociales, psicológicos y comportamentales que pueden, efectivamente, llevar a una mejora en la calidad de vida a largo plazo para tales pacientes. Al final, el lector encuentra pruebas y cuestionarios que evalúan la eficacia del propio libro en alcanzar ese objetivo.
“Basándose en mis experiencias de consulta, discrepo de las enfáticas conclusiones de los colegas autores de las directrices: sabemos, sí, bastante sobre las causas de esas condiciones, y, al menos para una significativa parte de esos pacientes, la ‘cura’ puede ser alcanzada”, señala. “Entiendan por” cura” no sólo los câmbios “existenciales, filosóficos y sociales “, sino también las médicas y psicológicas que posibilitan una vida más completa, feliz y sin el dolor disfuncional.
Sobre el autor
Pedro Ming Azevedo es Médico (1998) y se especializó en Reumatología (2002) en la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP). En la misma institución, defendió doctorado en Genética de Enfermedades Autoinmunes (2009) y profundizó el tema en el posdoctorado (2013), en la Universidad de Auckland, Nueva Zelandia.
Actualmente leciona en el servicio de Reumatologia de la Facultad Evangélica del Paraná, orienta a alumnos de maestría y doctorado en el Instituto de Investigaciones Médicas (IPEM) – vinculado a la misma institución – y da clases en cursos de postgrado del Hospital Israelita Albert Einstein, en São Paulo.
Es autor de diversos artículos y capítulos de libro, dos de ellos publicados en obras importantes de su especialidad (Rheumatology Textbook, de Marc C. Hochberg, y Kelley & Firestein’s Textbook of Rheumatology). Paralelamente a la actividad académica, atiende en consultorio particular como médico y terapeuta cognitivo-conductual, donde enriquece su experiencia en el tratamiento de pacientes fibromiálgicos y otros portadores de síndromes dolorosos persistentes.
Título: La ciencia del dolor: sobre fibromialgia y otros síndromes dolorosos
Autor: Pedro Ming Azevedo
Número de páginas: 374
Formato: 16 x 23 cm
ISBN: 978-85-393-0742-5